Y pienso en ese lugar…
Y al pensar me siento en él…
Y sonrió porque hay lugares donde es inevitable sonreír…
Hay momentos, recuerdos, personas y canciones que son capaces de cambiarlo todo…
De cambiarme del todo…
De inspirarme, de motivarme…
Capaces de que en un ¡zas! me cortocircuite…
Y me venga arriba…
Es entonces cuando se me ensancha el corazón. Y flipo.
Yo no tengo otra palabra mejor para expresar lo que me sucede… Pero es una sensación brutal.
No sé si a ti te ha pasado alguna vez… Pero, para mí, algo se escapa de mi cuerpo… Y no puedo dejar de palpitar… Y me inunda una sensación de felicidad máxima que no entiendo, que me supera y entonces me siento de nuevo en un eterno pero efímero síndrome de Stendhal…
Y siento tanto dolor y tanto placer en cada uno de esos momentos que sería capaz de matar por esa cicatriz….
Un eterno y efímero complejo… como el que siento cuando estoy a tu lado…
Te leo. Te siento. Te oigo. Te recuerdo… A ti, mi cicatriz.