Busco incansablemente esta sensación.
Anhelo transformar lo efímero en eterno.
Y que no te canses.
Y que no nos cansemos.
Y que no dejemos de sentirlo.
Para ello, solo hay una opción:
Fijar a fuego el recuerdo de no haberlo sentido.
Volver a la falda de la montaña, al punto uno, al inicio.
Repitamos ciclos pero con nosotros mismos.
Estiremos momentos.
Alarguemos sensaciones…
Y cuando nos pese la rutina,
vayamos a nuestro recuerdo…
El del día de la emoción,
de cuando nos conocimos,
cuando nos miramos,
cuando sonreímos…
Pero, siempre,
siendo nosotros los mismos…