Siempre hay una primera vez para todo.
Para estrenar un paraguas.
Para abrir los ojos.
Para ver la lluvia.
Y para mirar hacia adelante.
Siempre hay una primera vez para todo.
Para alzar la mano.
Para decir lo que piensas.
Para coger tu mando.
Siempre hay una primera vez para todo.
Y aunque lo hagas y no salga bien,
por suerte, casi, casi, casi, siempre,
tendrás una segunda oportunidad.
He leído varias cosillas y lo que he leído me ha llegado, me gusta mucho como trasmites… con tu permiso me quedo!
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Muchísimas gracias… Al final formamos parte de ese grupo de personas que no puede evitar sentir, que lo vive intensamente y que no puede evitar desear repetir y repetir. ¡Gracias por quedarte!
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