-“¿Me quieres?”
No contesta.
-“¿Me quieres?”
Se rasca.
-“Eo, estoy aquí. Te estoy preguntando si me quieres.”
Me mira. Me pone una patita encima.
-“Eso es que me quieres…”
Se aprieta muy fuerte contra mí. Sigue rascándose.
Cierro mis ojos.
La siento y sonrío.
Ahora, sé que me quiere…